Viernes 14 de noviembre de 2025

El Gobierno estudia eliminar el Monotributo y trasladar a 2,9 millones de contribuyentes al régimen general

La reforma impulsada por Caputo responde a exigencias del FMI y podría encarecer drásticamente los costos fiscales de trabajadores independientes y pequeños comercios.

Viernes 14 de noviembre de 2025

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El Gobierno de Javier Milei analiza una reforma tributaria que incluye la eliminación del Monotributo, el régimen que hoy utilizan 2,9 millones de contribuyentes en todo el país. Según un borrador presentado por el ministro de Economía, Luis Caputo, a un grupo de empresarios, todos ellos pasarían al régimen general, un esquema mucho más caro y complejo, cumpliendo así una demanda directa del Fondo Monetario Internacional.

El documento —titulado “Una reforma para formalizar la economía, impulsar el mercado de capitales y resolver la sustentabilidad previsional”— afirma que el cambio permitiría “fortalecer el sistema previsional” y “formalizar la economía”. Sin embargo, detrás de ese discurso técnico, la medida implicaría una suba abrupta de impuestos, más burocracia y cargas difíciles de afrontar para quienes dependen del trabajo independiente, poniendo en riesgo miles de actividades.

Hoy, el Monotributo permite unificar IVA, Ganancias, aportes jubilatorios y obra social en una sola cuota mensual, lo que facilita el cumplimiento fiscal y sostiene pequeños comercios, oficios y microemprendimientos. Su eliminación obligaría a millones de personas a ingresar al régimen general, con obligaciones contables completas y costos significativamente más altos.

El borrador también prevé cambios en el régimen de autónomos —con una base mínima más elevada— y modificaciones en Ganancias e IVA. Un trabajador soltero empezaría a tributar Ganancias con ingresos brutos cercanos a $2,84 millones mensuales en 2025, mientras que el IVA establecería un umbral mínimo similar al de la actual categoría F del Monotributo, unos $3 millones mensuales. Además, se elevaría el tope de deducciones a $5 millones, beneficiando principalmente a los contribuyentes de mayores ingresos.

A su vez, el Gobierno propone un régimen laboral “simplificado” con rebajas en aportes y contribuciones patronales para quienes contraten a ex monotributistas o desocupados. La medida busca abaratar la formalidad, aunque revela que la eliminación del régimen simplificado podría funcionar como mecanismo para forzar la reconversión laboral bajo condiciones más precarias.

Todo encaja con lo que pidió el FMI en su Staff Report de abril de 2025: reducir impuestos “distorsivos”, armonizar al Monotributo con el régimen general y ampliar la base tributaria. Milei y Caputo avanzan sin evaluar cómo impactará en un universo enorme de trabajadores que, lejos de evadir, utilizan el Monotributo para sostener actividades que mantienen a flote la economía real.