La recesión sigue golpeando de lleno al bolsillo y al comercio. Según el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el consumo volvió a desplomarse en noviembre y encendió todas las alarmas en el sector.

A precios constantes, las ventas minoristas cayeron 4,1% interanual, pero el dato más preocupante está en la comparación mensual: frente a octubre, la baja fue del 9,1%, un derrumbe que refleja la pérdida de poder adquisitivo y la falta de reacción de la actividad económica.

El relevamiento muestra además un fuerte deterioro en el ánimo del sector: el 37% de los comercios afirmó que las condiciones empeoraron, cuatro puntos más que en octubre, lo que revierte la leve mejora de percepción del mes previo.

Aun así, casi la mitad de los comerciantes proyecta una recuperación para 2026. Sin embargo, cuando se trata de invertir, el pesimismo domina: el 60,1% considera que el contexto actual es desfavorable para realizar desembolsos de capital, una señal clara de que el freno económico sigue profundizándose.

El desplome alcanzó a la mayor parte de los rubros. Perfumería fue uno de los más afectados, con una caída cercana al 17%. Le siguieron Bazar y decoración (-9,7%) y Alimentos y bebidas (-5,9%), sectores directamente ligados al consumo cotidiano. La única excepción fue Farmacia, que mostró un leve crecimiento interanual del 1,8%, sostenido principalmente por productos esenciales.

El informe de CAME confirma lo que se siente en la calle: el consumo está paralizado, el comercio está en alerta y la recesión del Gobierno nacional no muestra señales de moderarse.