El Gobierno pretende postergar el debate del Presupuesto 2026 hasta después del 10 de diciembre, cuando asuman los nuevos diputados. Con apoyo del PRO y la UCR, La Libertad Avanza confía en reunir los votos necesarios y abrir el camino para impulsar las reformas tributaria y laboral en sesiones extraordinarias.
La Casa Rosada prepara una estrategia parlamentaria para aprovechar la nueva correlación de fuerzas que se configurará en el Congreso a partir del 10 de diciembre, con la asunción de los legisladores electos. Con el respaldo del PRO y la UCR, el oficialismo contará con unos 107 diputados propios y aliados, a los que podría sumar otros seis radicales cercanos, quedando a tan solo 13 votos de alcanzar la mayoría necesaria para aprobar el Presupuesto 2026.
Con la nueva composición, La Libertad Avanza (LLA) y sus socios se convertirán en la primera minoría en la Cámara baja. Por eso, el Gobierno busca postergar el tratamiento del Presupuesto hasta las sesiones extraordinarias, donde confía en reunir los acuerdos necesarios para una sanción sin sobresaltos.
El debate debía realizarse originalmente el 11 de noviembre, según el cronograma aprobado por los bloques opositores el pasado 8 de octubre. Sin embargo, en los últimos días se intensificaron las conversaciones entre el oficialismo y los sectores dialoguistas para reprogramar la discusión y llevarla al nuevo escenario legislativo.
“El compromiso es avanzar con un Presupuesto ordenado y consensuado. Con el llamado a extraordinarias buscamos mayores acuerdos”, explicaron fuentes cercanas al ministro del Interior, Lisandro Catalán, quien lidera las negociaciones junto al jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
Voceros de bloques provinciales confirmaron a la agencia Noticias Argentinas que las tratativas se concentrarán en los próximos días entre los gobernadores y el Poder Ejecutivo, con el objetivo de definir la postergación del debate de la ley de gastos y recursos.
Reformas en la agenda
Además del Presupuesto, el Gobierno planea incluir en las sesiones extraordinarias las reformas tributaria y laboral, dos proyectos que forman parte del Consejo de Mayo, el espacio donde se diseñan las principales iniciativas del oficialismo. Ambas reformas cuentan con respaldo del empresariado, aunque generan resistencia en el sindicalismo.
“La intención es seguir sesionando de corrido, parar solo en Navidad y Año Nuevo”, señalaron fuentes cercanas al presidente de Diputados, Martín Menem, en línea con la idea de mantener el Congreso activo durante el verano.
En paralelo, el Ejecutivo analiza sumar al temario el proyecto de “Inocencia Fiscal”, destinado a incentivar el regreso de los “dólares del colchón” al sistema financiero.
Desde el Gobierno confían en que el nuevo mapa legislativo permitirá consolidar un esquema político más estable y facilitar la implementación del programa económico. “Hay gobernadores que se mostraron reticentes antes de las elecciones, pero ahora podemos encontrar más coincidencias que diferencias”, señaló una fuente de Jefatura de Gabinete.
El papel de tender puentes con las provincias recae en Catalán y Francos, encargados de mantener el diálogo con los mandatarios y los bloques federales. En la Casa Rosada destacan el tono conciliador del discurso de Milei tras las elecciones, donde llamó a “trabajar juntos en una agenda común para el desarrollo del país”.
El oficialismo espera que las extraordinarias se conviertan en el punto de partida del segundo tramo de la gestión, con un paquete de leyes que refleje el rumbo que el Presidente busca consolidar: equilibrio fiscal, reforma del Estado y modernización laboral.
“El Consejo de Mayo trabaja hace un año en una agenda muy nutrida, con los temas centrales que necesita Argentina para seguir desarrollándose”, subrayó Catalán, dejando entrever que los proyectos ya están listos para ser enviados al Congreso.