Militancia, referentes y juventudes peronistas marcharon en la Ciudad de Buenos Aires para respaldar a la expresidenta. Reclamos por justicia ante un atentado aún impune y denuncias de persecución política.
A tres años del intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner, la militancia peronista volvió a las calles de la Ciudad de Buenos Aires para expresar apoyo a la exmandataria. Bajo la consigna “Cristina. Ni muerta ni presa. Libre e inocente”, la jornada arrancó en la sede del PJ Capital, en San José 181, y avanzó en columnas hasta el domicilio de Cristina en Constitución, donde cumple prisión domiciliaria.
Desde temprano, centenares de militantes, dirigentes y agrupaciones juveniles se concentraron para acompañar la movilización convocada principalmente desde redes sociales. Pasadas las 19, Cristina salió al balcón para saludar a la multitud, que respondió con cánticos y carteles exigiendo su libertad.
En paralelo, en el Instituto Patria se llevó adelante una actividad bajo el título “La bala que no salió, el fallo que sí saldrá”, con la participación de Juan Martín Mena, Carlos Zannini, Teresa Parodi e Irina Hauser. Allí también se presentó el libro Objetivo Cristina, con intervenciones del abogado Juan Manuel Ubeira y el diputado Eduardo Valdés.
La marcha puso en primer plano no solo la solidaridad con la expresidenta, sino también la denuncia por la falta de avances judiciales: mientras Sabag Montiel y Brenda Uliarte enfrentan el juicio oral como autores materiales, la Justicia aún no indaga sobre posibles instigadores o financistas. Para la militancia, esa omisión no es casual y forma parte de la persecución política contra Cristina.
La consigna que guió la movilización resumió el clima de la jornada: defensa de Cristina, reclamo de justicia y denuncia de una democracia que sigue sin respuestas frente a un atentado que pudo haber cambiado la historia del país.